Azar y estrategia se aúnan para conformar uno de los más populares juegos de mesa de todos los tiempos. Una carrera frenética por ser el primero en sacar todas las fichas del tablero hará que dos jugadores pongan a prueba su habilidad a la hora de aprovechar, de la mejor forma posible, los movimientos que el azar de los dados les permite. Un juego con una impresionante tradición histórica que se encuentra por meritos propios en el ranking de los más grandes juegos de mesa de todos los tiempos.
Te puede interesar…
Ludo
Sencillo juego de carreras inglés.
Tabula
El antecesor romano de backgammon.
Tipo de juego: Juegos de mesa de tablero.
Mecánica: Carreras.
Temática: Abstracto.
Modo de juego: Competición.
Jugadores: Dos jugadores.
Edad: A partir de 8 años.
Dificultad: Media.
Habilidades: Estrategia y Azar.
Tiempo de juego: 20 minutos.
- Un tablero de juego similar a este.
- 30 fichas (15 blancas y 15 negras).
- 2 dados.
- Se disponen las fichas sobre el tablero según esta imagen. En una primera tirada, cada jugador lanza uno de los dados. El que obtiene mayor puntuación comienza a mover en primer lugar, teniendo en cuenta el valor de los dos dados (tanto el suyo como el lanzado por el otro jugador). Si se obtiene un empate se vuelve a tirar. En el resto de turnos, el jugador activo lanzará los dos dados y procederá a realizar su movimiento.
- Tras lanzar los dados (uno en el primer turno y dos en el resto) se procede a mover las fichas teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
- Cada jugador mueve sus fichas en dirección contraria a su oponente, de manera que sus recorridos se cruzan. El recorrido a seguir por negras y blancas es el que se indica en la siguiente figura.
- Se realizan dos movimientos individuales, uno por cada dado. Estos movimientos pueden realizarse con la misma ficha o con dos fichas distintas, pero en cualquier caso son dos movimientos independientes, no el resultado de la suma del valor de los dos dados.
- Cada movimiento debe terminar siempre en una casilla vacía, una casilla ocupada por una o más fichas propias o una casilla ocupada por una sola ficha rival. En este último caso la ficha rival es capturada y se sitúa en el centro del tablero. Una casilla ocupada por dos o más fichas rivales se considera una casilla bloqueada, por lo que no es posible terminar un movimiento en ninguna de ellas.
- Cuando un jugador tiene una ficha capturada, debe rescatarla en su siguiente turno de forma inmediata. Es decir, no podrá mover en primer lugar ninguna otra ficha que no sea la capturada. Una ficha capturada que es rescatada comenzara el recorrido desde la primera casilla. Si no se puede mover la ficha capturada a ningún sitio, perderá turno.
- El movimiento por el valor obtenido por los dados es obligatorio siempre que sea posible. Si no es posible mover por el valor de los dos dados, pero si por el valor de uno de ellos, se moverá por el dado que marque mayor valor. Solo si no es posible mover ninguna ficha se perderá el turno.
- Se realizaran tantos turnos como sea necesario hasta terminar la partida.
Para que un jugador pueda sacar fichas del tablero, debe tener todas sus fichas en el último cuarto del recorrido. Cuando esta condición se cumpla, puede sacar fichas obteniendo el valor igual o mayor al necesario para ello. Si esta condición deja de cumplirse, por ejemplo porque una ficha es capturada y debe comenzar el recorrido desde el principio, no es posible sacar fichas del tablero hasta que la ficha capturada vuelva a entrar en el último cuarto del recorrido. Gana el primer jugador que consiga sacar todas sus fichas del tablero.
- El recorrido se divide en dos fases claras. La fase de contacto, en la que es posible capturar fichas y la estrategia juega un papel importante, y la fase de carrera, donde la posición de las fichas hace imposible las capturas y la partida se vuelve más azarosa.
- Se puede optar por la obligatoriedad de obtener el valor justo y necesario para sacar una ficha del tablero.
- Es habitual jugar por rondas, de manera que cada victoria finaliza una ronda y otorga al ganador un punto. Si un jugador libera sus fichas y su contrario no ha conseguido liberar ninguna, se consigue un punto adicional (gammond). Si además el contrario aun tiene alguna ficha en nuestra zona del tablero, se gana otro punto adicional (backgammon). Gana el primer jugador que consiga un determinado número de puntos previamente acordado.
- También es habitual, en entornos más expertos, establecer un sistema de apuestas en el que preferimos no entrar en detalle. Este sistema requiere acordar una apuesta inicial e incluye un tercer dado, más grande, que es utilizado por los jugadores para doblar apuestas cuando creen que la situación le es favorable. Da al juego un tono menos lúdico y más competitivo del que un juego de mesa familiar debería tener.
Algunos historiadores sitúan los orígenes más remotos de backgammon entre los juegos de mesa más antiguos conocidos. Juegos como el real juego de Ur y senet, que ya eran practicados en las regiones de Mesopotamia y Egipto respectivamente entre 2500 y 3000 años antes de Cristo, podrían haber asentado algunas bases en lo que a elementos y reglas se refiere, iniciando así una larga evolución a lo largo de los siglos que nos llevaría hasta nuestros días.
La cultura griega bebía mucho de la egipcia en lo que a material lúdico se refiere, y un famoso juego de dados llamado llamado grammai llegaría a Roma, que lo adoptaría bajo el nombre de ludus duodecim scriptorum (juego de las doce líneas) y que con el tiempo terminarían dando lugar a tabula, cuyos parecidos con backgammon son evidentes y ya podría ser considerado como un descendiente directo de este.
Tabula fue muy popular en todos los ámbitos de la sociedad romana, y fueron sus legiones las que se encargaron de diseminarlo por gran parte del mundo, lo que también supuso una evolución múltiple en diferentes juegos que hace difícil seguir el rastro que lleva a las versiones más modernas.
Entre todas las versiones derivadas de tabula destaca nard (termino que viene de la denominación persa para madera, en referencia al tablero), que sobre el 800 D.C fue practicado en el continente asiático. También se conocía como t’shu-Pu en China, o como sugoroku en Japón. Llegó a continente europeo por Italia tras la invasión árabe de Sicilia en 902 D.C. y es tan importante porque a él se le deben características tan como el uso de dos dados, en lugar de los tres de tabula, la disposición inicial de las fichas y la idea de dos recorridos en sentido contrario.
Tanto tabula como nard llegaron a Francia en el siglo XI, donde se conformó nuestro actual backgammon, aunque no se le denominaría así hasta 1650. Desde Francia daría el salto al resto de continente europeo, gracias principalmente a la difusión ejercida por los caballeros que intervinieron en las cruzadas. Hacía el 1025 tenemos una de las primeras referencias, bajo el nombre de tables, en la publicación británica «The Codex Exoniensis». Alfonso X también se referiría a este juego en su “libro de juegos”. Pero sería Edmond Hoyle en su “Tratado del Backgammon”, el que en 1743 detallara por escrito y por primera vez las reglas que en gran medida conforman la versión más actual que jugamos hoy en día.
Ya en 1920 en Nueva York se introduciría el dado de apuestas dando, al juego un carácter más competitivo que lo haría proliferar más allá del entorno familiar, como por ejemplo en clubs sociales de las clases altas y casinos. En la década de los 60, el príncipe Alexis Obelensky contribuyo de manera notable en la popularización definitiva del juego, organizando el primer campeonato oficial en las Bahamas y publicando el libro «Backgammon: El Juego de Acción». Por estas fechas el juego alcanzaría su cenit en lo que a popularidad se refiere y en lo que resta hasta nuestros días no son pocas las asociaciones, campeonatos, torneos, publicaciones, etc. que giran en torno a este maravilloso juego que a día de hoy se codea con los más grandes juegos de mesa de la historia como el ajedrez, damas, etc.
0 comentarios