Juego de origen romano que tiene su reflejo actual en su descendiente y clásico backgammon, con el que comparte estructura y reglas hasta un punto realmente sorprendente a juzgar por el tiempo que los separa. Uno de los juegos de mesa que mejor combina estrategia y azar, y que a lo largo de los siglos ha sido exportado, versionado y jugado en casi todo el mundo.
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Mehen
Antiguo juegos de mesa egipcio.
Backgammon
El descendiente más actual de tabula.
Tipo de juego: Juegos de mesa de tablero.
Mecánica: Carreras.
Temática: Abstracto.
Modo de juego: Competición.
Jugadores: Dos jugadores.
Edad: A partir de 8 años.
Dificultad: Media.
Habilidades: Estrategia y Azar.
Tiempo de juego: 20 minutos.
Ejemplo de juegos de mesa tabula
Fuente: nomenclatorbooks.com
- Un tablero de juego similar a este.
- 30 fichas (15 blancas y 15 negras).
- 3 dados.
- El juego comienza con las fichas de cada jugador fuera del tablero de juego. Se determina que jugador comienza con la tirada de un dado. Comienza el jugador que obtiene mayor puntuación.
- Por turnos, cada jugador lanza los tres dados y procede a realizar sus movimientos de acuerdo a estas reglas:
- Las fichas entran por la posición situada abajo a la izquierda y se mueven en sentido contrario a las agujas del reloj por las 24 posiciones posibles hasta salir del tablero por la última posición.
- Se realizan tres movimientos individuales, uno por cada dado. Estos movimientos pueden realizarse con la misma o con dos/tres fichas distintas, pero en cualquier caso son tres movimientos independientes, no el resultado de la suma del valor de los dos dados.
- Cada movimiento debe terminar siempre en una casilla vacía, una casilla ocupada por una o más fichas propias o una casilla ocupada por una sola ficha rival. En este último caso la ficha rival es capturada y se sitúa en el centro del tablero. Una casilla ocupada por dos o más fichas rivales se considera una casilla bloqueada, por lo que no es posible terminar un movimiento en ninguna de ellas.
- Cuando un jugador tiene una ficha capturada, debe rescatarla en su siguiente turno de forma inmediata. Es decir, no podrá mover en primer lugar ninguna otra ficha que no sea la capturada. Una ficha capturada que es rescatada comenzara el recorrido desde la primera casilla. Si no se puede mover la ficha capturada a ningún sitio, perderá turno.
- El movimiento por el valor obtenido por los dados es obligatorio siempre que sea posible. Si no es posible mover por el valor de los tres dados, pero si por el valor de uno o dos de ellos, se moverá por los dados que marquen mayor valor. Solo si no es posible mover ninguna ficha se perderá el turno.
- Para que las fichas de un jugador puedan empezar a entrar en la parte de arriba del tablero, todas las fichas deben estar ya en juego posicionadas en algún lugar de la parte de abajo.
- Se realizaran tantos turnos como sea necesario hasta terminar la partida.
Para que un jugador pueda sacar fichas del tablero, debe tener todas sus fichas en el último cuarto del recorrido. Cuando esta condición se cumpla, puede sacar fichas obteniendo el valor igual o mayor al necesario para ello. Si esta condición deja de cumplirse, por ejemplo porque una ficha es capturada y debe comenzar el recorrido desde el principio, no es posible sacar fichas del tablero hasta que la ficha capturada vuelva a entrar en el último cuarto del recorrido. Gana el primer jugador que consiga sacar todas sus fichas del tablero.
Se trata de un juego romano que evoluciona del duodecim scriptorum o juego de las doce líneas cuyo. Su nombre podría traducirse como “tablero” o “mesa” en referencia al lugar donde se jugaba, aunque originariamente se llamaba alea, que podría traducirse como “dado”, “fortuna” o “suerte”. Según la enciclopedia “Etimologiae”, publicada en el 600 A.C, Alea también era el nombre del soldado griego al que se atribuye la creación de este juego, lo que llevaría su práctica a un tiempo anterior al imperio romano.
Entre los hallazgos físicos, el más antiguo sugieren que este juego ya era practicado en el 200 antes de Cristo, y se trata de un espejo de bronce romano en cuya parte trasera hay un grabado de dos personas jugando a tabula. Se considera al emperador Claudio un gran aficionado a este juego, que siempre lo acompañaba en sus largos viajes en carruaje, llegando incluso a escribir sobre él, aunque desgraciadamente estos escritos no se conservan.
Al igual que en el duodecim scriptorum, se usaban fichas de colores diseñadas a base de hueso o vidrio. La gran popularidad de tabula entre las tropas romanas hicieron que se extendiera por todo el continente europeo. Como suele ser habitual en estos casos, cada región dio su toque personal dando lugar a muchas versiones distintas. Algunos ejemplos de juegos de mesa derivaos de la expansión de tábula son el Sixe-Ace en España, el Tourne-Case el Francia, el Fayles en Inglaterra, el Ad Elta Stepur en Islandia. La expansión llegó incluso a rincones del mundo más alejados y exóticos, como el lejano y el medio oriente. El rastro de algunos títulos son casi imposibles de seguir, como es el caso de nard, muy popular en el lejano oriente y cuyo origen es atribuido por la tradición china a la india, a pesar de los paralelismos e influencia romana.
Sus elementos comunes se construyen a raíz de documentos medievales que registran las reglas de diferentes versiones europeas. En el caso del tabula, la reconstrucción de sus reglas se realizan en el siglo XIX por Becq d’Fouquières, principalmente a través del estudio del registro que realiza Agatías de Mirina (527-567) de una particular partida jugada por el emperador bizantino Zenón (425-491) en el 480 D.C. en la que una fatal tirada de dados lo hizo pasar de una posición ventajosa a una inevitable derrota.
Tabula también cuenta con el dudoso honor de ser una de las primeras evidencias de ludopatía conocidas en una sociedad. La afición por las apuestas en torno a este juego llevaron a su prohibición bajo pena de multa salvo en contadas excepciones, como las fiestas saturnales.
A pesar de todo, tabula sobrevive como resquicio del imperio romano y continua su andadura por el mundo durante la edad media, siendo uno de los principales antepasados de nuestro actual y clásico backgammon, con el que comparte reglas de un sorprendente parecido si tenemos en cuenta el tiempo transcurrido
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